Barrio de Santo Domingo

La actual calle de Vallespín, recientemente rotulada también con su tradicional nombre de rúa de Zapateros, constituye un gran eje, entre el Mercado Chico y la puerta del Adaja, que marca con nitidez el límite de la judería de Ávila, la cual se situaba a su izquierda, en el conocido como barrio de Santo Domingo, articulado sobre los viales principales de las calles de Santo Domingo y Telares. Como en tantas otras ciudades conjudería, la calle de los zapateros hace referencia a uno de los oficios principales de los judíos que poblaron Ávila, quienes dominaron además otros trabajos relacionados con el vestido y el calzado, así como diversas artesanías. En esta calle se localiza el palacio de Polentinos, del siglo XVI, actualmente Archivo Histórico Militar, que luce una extraordinaria portada plateresca.
El apartamiento de los judíos que quería aplicar la Pragmática de 1412 fue superado en Ávila porque al Cabildo, que alquilaba casas y locales a los judíos, no le interesaba una medida que hubiera supuesto la caída de sus ingresos. Los judíos siguieron viviendo en calles aledañas a la Catedral o entre el Mercado Chico y el Mercado Grande, en la Rúa Zapateros, Plaza de San Juan, Arco de Montenegro y Postigo de Malaventura hasta el lienzo de muralla del Puente Adaja.
En 1442, fecha en que llegó a la ciudad la Bula del Papa Eugenio IV, Álvaro de Luna rechazó su acatamiento e influyó sobre Juan II a favor del pueblo judío tan fiel. Enrique IV tras su acceso al trono en 1454 adoptó las medidas antiguas y autorizó el comercio ilimitado, el libre mercado y libertad económico, de lo que se beneficiaron los judíos de Ávila.