Palacio de Bracamonte

Fue mandado construir, a principios del S.XVI, por los descendientes de Álvaro Dávila y Juana de Bracamonte, sobre la antigua casona medieval de estos.
Del S.XVI conserva el patio porticado de doble galería, la inferior con columnas toscanas dóricas, y la superior con pretil decorado con goticistas formas geométricas y blasones, del que parten cortas columnas que sostienen dinteles. De gran interés es la ornamentación con escudos de las principales familias abulenses, constituyendo un documento gráfico que explica las estrechas relaciones entre los linajes de la ciudad.
Como ocurrió con la mayoría de palacios de la ciudad, con la crisis del S.XVII y la partida de la nobleza a la corte, el palacio entró en un largo periodo de abandono y ruina, hasta que en 1898 fue reconstruido por Francisco de santa Cruz. En 1978 fue declarado Monumento Nacional, y en la actualidad alberga el servicio territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León.