Universidad de Barcelona


La arquitectura de la Universidad de Barcelona es emblemática. Las robustas paredes del edificio histórico de la Universidad de Barcelona acogen rincones donde se mezcla la calma con el saber. Estudiantes, forasteros o simples curiosos encuentran espacios fascinantes entre patios enclaustrados, jardines románticos, aulas de concepción clásica y una biblioteca donde el tiempo parece detenerse.
El edificio histórico de la Universidad de Barcelona, obra de Elies Rogent, vio la luz entre 1863 y 1882. Se trataba de la nueva sede de los antiguos Estudis Generals, fundados en 1450 y devueltos a Barcelona después de la clausura de la Universidad de Cervera en 1837. En un primer momento esta institución histórica encontró la sede en los antiguos recintos del Convent del Carme y en una parte del Hospital de la Santa Creu, pero el espacio era insuficiente. Elies Rogent se atrevió con una construcción neo-romànica proyecatada en la nueva Barcelona de fuera de las murallas. Los ciudadanos de Barcelona de entonces se quedaron estupefactos ante el imponente edificio.
Ahora la Universidad, con sus espacios acogedores abiertos en una estructura de planta y ejecución neomedieval, continúa atrayendo estudiantes y visitantes. A lado y lado del cuerpo central se encuentran los dos patios, el de ciencias a la derecha y el de letras a la izquierda. Los soportales se llenan de plantas, árboles y fuentes refrescantes, como si fueran dos claustros románicos. Esta misma quietud la encontramos en los jardines posteriores y en las salas más nobles del edificio: el aula magna, el histórico paraninfo y la bilbioteca, una de las más grandes de Cataluña.