Iglesia de la Merced

Se encuentra adosada al Palacio de la Diputación, el cual tiene incorporada dentro de su estructura parte de la nave central.
PORTADA
La fachada, que data de 1760, está configurada por un gran rectángulo vertical que la abarca totalmente, coronado por un frontón triangular. En el rectángulo se abre una puerta de entrada enmarcada entre pilastras y dintel sobre la cual se sobreponen una hornacina, con una imagen de la Virgen, y una sencilla ventana cuya función es iluminar todo el interior de la iglesia, y más concretamente el espacio ocupado por el coro. El material utilizado para la construcción de la portada es la arenisca, piedra está muy utilizada en este tipo de obras en la zona, por la facilidad de su labra. Toda ella aparece tratada con un leve almohadillado que le da un ligero toque de claroscuro a toda la superficie. Este tipo de portada deriva de la fachada proyectada por Fray Alberto de la Madre de Dios en el Convento de San José de Medina de Rioseco, que fue muy difundido por todo el país.
PLANTA
La planta consta de una nave de salón con capillas laterales adosadas, en el lado derecho. Estas aparecen comunicadas entre sí, y abiertas a la nave por medio de arcos. La cabecera de la iglesia está formada por un amplio crucero, cubierto con una gran cúpula, del que hay que destacar los brazos que son extremadamente cortos, y el presbiterio plano. Se une así la planta de cruz latina con la central, que sería el crucero. Este tipo de planta fue muy utilizado durante el Barroco en toda la Cristiandad ya que seguía las pautas marcadas por el Concilio de Trento, y en concreto en la propia ciudad, esta planta es muy similar a la que podemos encontrar en la iglesia del Carmen, que fue construida durante la misma época.
INTERIOR
La cubierta de la nave es una bóveda de cañón con lunetos, y tanto esta como las paredes aparecen enlucidas con yeso, cubierto este con pinturas, fórmula con la que se disimulaba la pobreza de los materiales utilizados en su construcción, que consistía generalmente en ladrillo. Estas pinturas, que se encuentran en las capillas laterales y en el lado contiguo del crucero, fueron descubiertas recientemente y han sido sometidas a un proceso de restauración, por lo que hoy se pueden contemplar con todo su esplendor y colorido.