Paseo Jacinto Verdaguer
Martí Sureda creó el paseo que después recibiría el nombre de Jacint Verdaguer, con las justas medidas, sin exageraciones, en la zona ganada al mar. En un extremo se construyó, en el año 1872, la "Casa de la Vila" (el Ayuntamiento), obra del arquitecto Félix de Azua, y en el otro, la Casa Garriga, en 1887.
Entre esta casa y el edificio consistorial, queda, por tanto, un paseo que ocupa la zona libre, que después será plantado con palmeras. Esta circunstancia y el hecho que la mayoría de edificaciones que tienen fachada guardan un aire realmente colonial, dan a este sector urbanístico de Lloret un aspecto antillano evocador. El color rojizo de la arena es debido a la mezcla de arena arcillosa con el rompedizo ladrillo rojo que le da este color tan característico.