Palamós
El Mar, la Mar. Ésta es la forma más sencilla de describir Palamós.
El Mar está siempre presente en todo Palamós. Y no sólo el Mar físico, el geográfico, sino el Mar del alma, el Mar en toda su expresión. El Mar ha definido la personalidad del lugar y de sus habitantes; ha escrito su historia, ha dado sentido y vocación a los oficios, carácter a su cocina, y color y forma a su paisaje.
Siempre sentimos la presencia del Mar en Palamós. Un Mar que está siempre, todo el año. El Mar de los veranos cálidos, sobre playas impecables de arena fina que la ola ha trabajado a lo largo de los años. El Mar que ha esculpido la roca para regalarnos playitas y calas idílicas y escondidas de color verde esmeralda, que ha moldeado la Costa para hacerla verdaderamente Brava.
El Mar de primaveras suaves junto al agua, que ha dado vida, nombre y color a la vegetación y la fauna de la zona. El Mar romántico del otoño que se deja teñir de rojo espectacular en las tardes que se van acortando. El Mar del invierno, de tramontana, de reunirse bajo el son de la habanera, canciones de marineros y pescadores alrededor de la llama del reconfortante ron quemado.
Palamós tiene –siempre ha tenido y tendrá- el Mar como referente de su propia existencia como pueblo. La pesca, las barcas, las playas, los vientos, la gastronomía… todo en Palamós lleva el sello, el aroma y el color del Mar.
Y por detrás, por todas partes, el Ampurdán. Un verdadero pequeño país al que este mismo Mar llevó a la Grecia más próspera para darle el nombre: EMPORION. Un territorio diverso, peculiar, lleno de vida, de tradiciones y de historia que arranca del Mar y se adentra hasta la rica y extensa tierra del trigo, de los alcornocales, de las encinas. El Ampurdán del sueño daliniano, de la determinación repentina, del pensado caprichoso –el arranque- y del viento del norte (la tramontana). Un auténtico regalo para los sentidos de las personas que viven o visitan el lugar.
Como ve, Palamós es así por los cuatro lados, la Mar en esencia, en su máxima expresión. Aquí, justo en el corazón de la Costa Brava genuina, al pie de la cordillera litoral (Les Gavarres), en el entorno inigualable del Ampurdán firme, cálido y auténtico, podrá sentir también como el Mar, Palamós, le llenará de sensaciones y recuerdos imborrables.
Bienvenidos al Mar, a la Mar.
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- Museo de la Pesca,
- Ermita de la Vírgen del Adyutorio de Benlloch,
- Iglesia de Santa María del Mar,
- Iglesia de Santa Eugenia de Vila-Romano,
- Capilla del Carmen,
- Poblado Íbero de Castell,
- Playas,
- Fiesta Mayor (Junio)