Museo Casas Cuevas de Artenara


Dirección: C/ Párroco Domingo Báez, 13
Te invitamos a que conozcas este Museo de las “Casas Cuevas“ de Artenara en la cumbre de Gran Canaria.
Esperamos que el reflejo de la belleza de esta vida sencilla, te evoque no sólo amables recuerdos; sino que también te indique que es posible vivir sin tantas necesidades, a veces superfluas.
PATIO
Antiguamente la vida se hacía en el patio, las cuevas aseaditas, solamente se usaban a partir del anochecer.
El patio servía para muchas labores cotidianas, de cocina, de lavadero, para partir almendras, secar los higos, desbrotar las papas, tostar el millo,…
Y sobre todo para “conversar”.
CUEVA Nº 1
En ella intentamos reflejar el modo de vida de una familia de medianeros sin demasiados recursos económicos.
En sus tres aposentos observamos las camas de hierro, altas para evitar la humedad.
En el centro de la sala un sencillo tallero (la pila proviene de la Barra de la Playa de Las Canteras), los taburetes canarios al estilo palmeta, el locero, la mesa de arrimo para recibir a Dios, las cajas de tea y la mesa tocinera completan su escaso ajuar.
CUEVA Nº 2
Dedicada a las labores de la agricultura y sus instrumentos.
En la entrada las piñas de millo secándose, cubren el techo y una desgranadora alivia el dolor de las manos separando los carosos del millo.
La “tralla“, prensa para extraer el aceite de almendra amarga, es esencial en una de las tareas agrícolas de Artenara más característica y tradicional.
En el fondo encontramos el “goro” para pisar la uva de esta bodega familiar. Y en los cañizos se secan los quesos, “jigos” y tunos,…
CUEVA Nº 3
En esta cueva natural tienes azocado un pequeño jardín en el cual el sonido del agua de la fuente se podría unir a los cantos y risas de las lavanderas.
Manos rojas en el invierno, olores de ropas limpias al sol…
CUEVA Nº 4
Los oficios más representativos de Artenara están aquí mostrados.
En primer lugar él de Los Piqueros, sin ellos Artenara no existiría, sus viejas herramientas se mezclan con los pesados escombros.
Las loceras de Lugarejos de Artenara, nos son muy apreciadas por su esfuerzo en mantener viva una tradición, que proviene de nuestros antiguos canarios.
Los materiales, modos y formas características de la loza de Lugarejos nos son expuestos aquí.
Los telares no están mudos, su labor nos habla del valor de la constancia y de viejas estameñas.
CUEVA Nº 5
Esta cueva es un homenaje a aquellos de nuestros antepasados que en tiempos de hambrunas (principios del s. XX) tuvieron que marchar a Cuba. Partidos sus lomos cortando caña de azúcar; aquellos que pudieron volver con plata (los indianos), mostraban orgullosos su reloj y modernos muebles para su época.
Camas de mayor tamaño, tallero de tea en picadillo canario, locero con cerámicas importadas, cajas o arcones de cedro canario, cómoda, mesa con patas de cangrejo, taburetes canarios al estilo de lira o vitoreras,… asombraban en su tiempo por su modernidad y valor económico.
CUEVA Nº 6
Antaño no existían aseos, por ello en el actual aseo moderno recordamos aquella vieja expresión:
¡ Váyanse pa’ las tuneras!
CUEVA Nº 7
Para guisar, cuatro teniques delante de la puerta de una cueva eran antiguamente suficientes, pero en esta cueva hemos querido recrear lo más representativo de la cocina artenarense.
En el exterior observamos tanto el horno para cocer el pan, como el fogal para cocinar.
Y el interior de la cueva el pollo, donde podemos admirar principalmente el proceso de la elaboración del gofio y de nuestro famoso queso cumbrero.
La gran tinaja de loza, servía para conservar en aceite de San Bartolomé, la carne troceada o en salmuera en el pilón de piedra, con sal de Agaete.
Entre cañizos, cañicetas y diversos instrumentos de la época, completamos esta pequeña visión culinaria.
Finalizada la visita, Artenara te invita a que sentado en el patio del Museo de las Casas Cuevas disfrutes del silencio y del canto de las aves. Del amplio panorama del Barranco Grande y de los pequeños recuerdos que estas cuevas te hayan podido evocar.
¡ Sé feliz!