Barrio de la Sagrada Familia
En el distrito del Eixample de Barcelona, fuera del llamado Cuadrado de Oro, se halla un barrio bullicioso y vital que nace alrededor de dos obras maestras de Antoni Gaudí i Lluís Domènech i Montaner, consideradas capitales dentro de la arquitectura modernista barcelonesa: el Hospital de Sant Pau y el Templo de la Sagrada Familia, que da nombre y fama al barrio, atrayendo cada día miles de visitantes.
En el antiguo terriotorio de Poblet, una vecindad de campos y casas bajas, se instaló durante el siglo XIX una industria incipiente que propició el crecimiento de la zona. Fue aquí donde en 1881 se iniciaron las obras de un Templo Expiatorio destinado a los ciudadanos de esta Barcelona que crecía. El primitivo templo neogótico de la Sagrada Família proyectado por Francesc de Paula Villar vio como muy pronto era transformado, y con él su futuro, por un joven Antoni Gaudí.
Gaudí cogió en 1882 las riendas del proyecto para hacer la iglesia más fascinante de todos los tiempos: una biblia arquitectónica que bajo el nombre de Sagrada Familia se ha transformado en el símbolo de Barcelona. La obra, aún en construcción, ha bautizado la zona y es conocida internacionalmente. Además, el barrio de la Sagrada Familia es un barrio con mucha personalidad y vida.
Desde la basílica parte la avenida Gaudí, una calle peatonal deliciosa que comunica en el otro extremo con el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, el edificio más representativo del modernismo civil catalán y obra de Lluís Domènech i Montaner. Estamos ante dos obras modernistas excepcionales, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
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