Pontevedra

Te vas a sorprender en la ciudad de Jaén. Su patrimonio histórico y cultural es increíble y seguro que descubres como la historia y sus gentes están conectadas a través de su memoria.

Jaén atesora en sus calles y rincones una gran riqueza histórica en la que conviven las tres culturas: cristiana, judía y musulmana. El turista que pasea por su casco histórico contempla una belleza única en sus calles, donde confluyen varias épocas. Destaca en muchas de ellas la presencia de la judería. Una parte de su historia que Jaén acoge como uno de sus principales valores turísticos y culturales como ciudad miembro de la Red de Juderías de España. Esta judería alcanza su máxima expresión en la fortaleza árabe que se alza en el cerro de Santa Catalina que alberga asimismo el Parador Nacional y desde donde se contemplan las mejores vistas de la ciudad y parte de la provincia.

Jaén aguarda asimismo un paso obligatorio para los que la visitan: la Catedral de Jaén, magnífica obra del insigne arquitecto Andrés de Vandelvira y joya arquitectónica del Renacimiento español que sirvió como ejemplo de otras catedrales en Hispanoamérica. La Catedral muestra a todo aquel que la visita su grandiosidad y excelencia por lo que espera ser declarada muy pronto Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, junto con las ciudades renacentistas ya Patrimonio de la Humanidad de Úbeda y Baeza. El casco histórico de la ciudad de Jaén también destaca por sus iglesias: la de la Magdalena, San Juan y la basílica de San Ildefonso, entre otras. Todas ellas conjugan el patrimonio histórico y cultural de una ciudad que no deja indiferente a quienes la visitan. Jaén es sinónimo de hospitalidad, es acogedora. Su historia también aguarda un tesoro para los paladares más exigentes, su gastronomía mediterránea.

Jaén, la capital mundial del aceite de oliva, atesora los principales ingredientes de la cultura mediterránea presentes en los numerosos platos típicos autóctonos bañados siempre con el oro líquido, el aceite de oliva virgen extra. Los restaurantes, tabernas y tascas de la ciudad deleitan al visitante con lo más destacado y exquisito de la cocina mediterránea jiennense. Pero este Jaén cristiano, judío y musulmán comparte también cielo con el Jaén moderno y contemporáneo de sus parques y sus plazas.

Jaén permanece abierta al mundo para que la descubra. Invita a soñar y a disfrutar de su esencia, de su gente y generosidad. Venir a Jaén, la capital del Santo Reino, es disfrutar de un destino turístico de calidad donde la historia y la gastronomía la hacen una ciudad ideal e inolvidable.