Casa Parroquial

Conocida popularmente como la "Casa del Cura", fue construida en el siglo XVII a expensas del cura Juan Mateo de Castro. La vivienda responde a la tipología de una típica casa canaria, caracterizada por los muros de mampostería, cuya pobreza se disimulaba con los continuos enjalbegados y la techumbre de tejas a dos aguas. En la fachada destaca la utilización de la cantería que recubre las dos plantas.
Otras de las características de una casa tradicional canaria son el patio interior central, dejando las dependencias alrededor y en el cual suele haber un ejemplar de Drago (Dracena Draco). Las puertas con tachones negros, las ventanas de guillotinas y los faroles de hierro son también característicos.