Pueblo de Fataga

En la zona más turística del sur de Gran Canaria se encuentra la población de Fataga, enclavada en el valle del mismo nombre, un valle rodeado de paredes escarpadas, pinos y palmeras. Y con mucha historia, porque en él se desarrollaron algunas de las batallas más encarnizadas entre los aborígenes canarios y los conquistadores castellanos en el siglo XVI.
El núcleo de Fataga se encuentra casi suspendido sobre un risco y dominando todo el barranco. En su interior se conservan perfectamente muchas edificaciones tradicionales canarias en las que la combinación de la tierra, la pintura blanca, las tejas y la cuidada vegetación permiten olvidarse de la ciudad y casi trasladarse a otra época en la que la vida se vivía sin prisas.
Molino de Cazorla

Situado en el pago de Los Cercados Altos de Fataga, es uno de los mejores ejemplos de muela de agua de Gran Canaria, una instalación que data del siglo XIX, aunque con modificaciones posteriores.
Madera de tea, columnas de cantería, acequia de argamasa, techos de tejas, etc, constituyen el armazón de la maquinaria de madera, hierro y piedra configuradoras de esta “arqueología industrial”.
El conjunto hidráulico cuenta con un cubo de 12 metros de altura, el molino factoría y la vivienda del molinero. Construido en 1880, sufrió una modificación a principios del siglo XX que le dio su actual apariencia.