Rutas Naturales


• Nacimiento del Guadalquivir y la Cañada de las Fuentes
El nacimiento del Río Guadalquivir se encuentra dentro del término municipal de Quesada, dentro del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Concretamente en un espectacular paisaje denominado Cañada de las Fuentes, a altitud de 1.350 metros sobre el nivel del mar. Bajo las rocas y en especial en meses de estiaje podemos contemplar el auténtico Guadalquivir.
Pequeña surgencia que durante los meses de invierno y en especial con la entrada de la primavera y el deshielo se vuelve caudalosa.
Sobre las Verticales paredes que caen al nacimiento se observa una placa donde quedó gravada la poesía de los Hermanos Álvarez Quintero:
¡Detente aquí, viajero! En estas peñas
nace el que es y será rey de los ríos,
entre pinos gigantes y bravíos,
que arrullan su nacer y ásperas breñas.
El reflejo otro tiempo las enseñas,
las armas, los corceles y atavíos
de razas imperiosas, cuyos bríos
postráronse en sus márgenes risueñas
ensancha entre olivos y trigales,
y al mar corre a rendirle sus cristales.
Mas coma lleva sal de Andalucía,
sus aguas vuelve a las del mar iguales,
para llegar más lejos todavía...
Y así van sus caudales,
triunfantes en el seno de las olas,
a las playas de América españolas. "
Pocos metros más arriba encontramos La Cañada de las Fuentes. Lugar ideal para relajarnos en un ambiente armonioso y lleno de paz. Junto a los restos de la antigua casa forestal encontramos unas mesas y bancos de piedra, una fuente y un pilar rodeados de verdes terrazas donde siempre nos puede sorprender la presencia de algún ciervo o águila imperial que merodea por la zona. Aquí encontramos los primeros arroyos que nutren al Guadalquivir, como el Arroyo de la Cañada de las Fuentes, los Teatinos o la Luz.
• Valle de los Tejos Milenarios
Singular rincón de excepcional belleza donde encontramos magníficos ejemplares de Tejo (Taxus Baccata), algunos de ellos superando los mil años de antigüedad y convirtiéndose en los Tejos más viejos de Europa. Hay un total de 16 ejemplares, en el que destaca uno de ellos que supera los nueve metros de diámetro.
•Puerto Llano y Pico Cabañas
El Pico Cabañas con sus 2.028 metros de altitud, representa la cumbre más alta de la sierras quesadeñas y de las principales elevaciones del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Puerto Llano con sus 1.800 metros de altitud forma la base de tan colosal mole pétrea (Cabañas), donde flora y fauna lucha por la supervivencia de las inclemencias de la alta montaña. Los pinares se retuerce y se adaptan a los fuetes vientos formando los denominados pinos bandera y la vegetación arbustiva tales como sabinas, enebros se aferra al suelo moldeadas por las innumerables nevadas del invierno. Según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas entre el pinar Laricio se encuentran los 30 ejemplares más antiguos de la Península Ibérica. Este terreno áspero y abrupto de gran belleza y singularidad es también territorio de nuestra emblemática Cabra Montes y desde donde además con suerte podemos avistar la silueta de vuelo del Quebrantahuesos.
Desde la cumbre las vistas son generosas, llegándose a contemplar en los días claros el mar Mediterráneo.
•Loma de Cagasebo y Torcal Llano
Próximo a Puerto llano y en dirección al Control de las Chozuelas, encontramos a pie de pista y a nuestra derecha una zona que llama poderosamente nuestra atención, un peculiar paraje a los pies de otra de las cumbres emblemáticas de nuestra sierra (Toyillo Molina, 1902 m.), conocido como Torcal llano y que se extiendo en la denominada Loma de Cagasebo. Las grisáceas rocas calizas presentan la forma erosiva propia del modelado kárstico. Se caracterizan por una serie de acanaladuras formadas por disolución a modo de surcos, más o menos profundos y de distinta anchura, que aparecen en zonas planas y en vertientes verticales. Los lapiaces se formaron por disolución superficial de la caliza por el agua de escorrentía, o por aguas retenidas. Resulta una disolución que se acentúa en unas zonas por diversas razones, como existencia de discontinuidades estructurales, fisuras, etc. Son muy diversos, dependiendo de los factores que condicionen el proceso de su formación pueden estar cubiertos, rellenos por tierra, o descubiertos como en este caso, siendo muy dificultoso transitar entre ellos. En la antigüedad y durante el verano se extraía hielo de estas profundas grietas para comercializarlo.
• El Chorro
Balcón Natural de excelentes vistas hacía la campiña olivarera de Jaén y hacía otros Parques Naturales tales como Sierra Mágina, Sierra Nevada, Sierra de Andujar... Pero sin lugar a dudas, este vertiginoso acantilado es un lugar ideal para los amantes de la avifauna, ya que desde los observatorios que hay situados a pie de la cornisa podremos disfrutar de las aves que habitan y circunda este bello rincón serrano, en especial el Buitre Leonado que posee una importante población aquí, aunque cabe destacar otras como el errante alimoche, la chova piquirroja, la corneja, el avión roquero...
A MODO DE RUTA
Un primer enclave que no podemos olvidar durante nuestra visita es al Nacimiento del Guadalquivir, situado en el paraje de la Cañada de las Fuentes y en el que podemos acceder empleando nuestro vehículo. Para llegar a él desde la población de Quesada, y adentrándonos al Parque Natural por la zona de Majuela (carretera JV-7107), circularemos por un camino asfaltado hasta el Control de las Siete Fuentes, puerta de acceso al interior del espacio protegido.
Continuamos ahora por pista de tierra (dependiendo de los efectos climatológicos puede variar su estado) para ir remontando y alcanzar el lugar conocido como El Chorro (17 Kilómetros desde Quesada). En este extraordinario balcón anida una de las colonias más importantes de buitre leonado.
Giramos a la derecha por la pista que indica Nacimiento del Guadalquivir. Varios kilómetros más adelante circularemos por puntos de interés como el Collado Zamora, donde las vistas son espectaculares sobre los picos que forman el Agreal (Picón del Loco, Guante y Rayal), y donde sus cumbres rozan los 2.000 metros, o Puerto Lorente, donde nos situaremos prácticamente en la cota 1.600 sobre el nivel del mar.
Desde aquí, la pista empieza a descender pasando por la Fuente de la Ponderosa donde metros más abajo alcanzamos un cruce de caminos donde a la derecha se halla el nacimiento.
El Río Grande de Andalucía tiene su cuna en el suroeste del Parque Natural, más concretamente en el lugar conocido como Cañada de las Fuentes o Aguas Frías, en el Monte Poyo de Santo Domingo (desde Quesada hasta aquí habremos recorrido 29 Kilómetros) dentro del término municipal de Quesada. Cercano al nacimiento (aproximadamente un Kilómetro pista arriba) se encuentra el Valle de los Tejos, una de las formaciones vegetales más emblemáticas del Parque que cuenta con un total de dieciséis tejos de unos tres mil años de antigüedad.
Ascendiendo por la misma pista de la Cañada de las Fuentes y dejando atrás el emblemático Pino de las Cruces llegamos a Puerto Llano a 1.800 metros de altitud (8 kilómetros más desde la Cañada de la Fuentes) base de una de las elevaciones más importantes del Parque, el Pico Cabañas (2.028 m. de altitud), desde su cumbre las vistas son impresionantes llegándose a divisar el mar Mediterráneo en días claros.
En sus proximidades se conserva un macizo cárstico conocido popularmente como el Torcal del Torcal llano, con lapiaces de gran profundidad y del que hasta mediados del siglo XX se extraía hielo para comercializarlo.
Si continuásemos esta pista varios kilómetros más abajo (15'5 Kms.) conectamos con la carretera A- 6206 que une Pozo Alcón con Quesada a través del Puerto de Tíscar (21 km desde el cruce), saliendo del Parque Natural por el Control de las Chozuelas.
•Puerto de Tiscar
El Puerto de Tíscar no sólo es el escollo montañoso que hay que salvar para ir al Santuario de Nuestra Señora de Tíscar, Es un paraje agreste, con unas vistas espectaculares, donde es fácil avistar a la cabra montés, un rincón cargado de historia y naturaleza. Dejando el vehículo en las zonas habilitadas de aparcamiento en el mismo puerto, dando un pequeño paseo llegamos a un torre vigía medieval, la Atalaya del Infante Don Enrique (s. XIV), un excelente mirador, con unas vistas a las que por nada en el mundo debemos renunciar si nos encontramos allí.
Desde la torre vigía podremos contemplar unas panorámicas que nos van a ayudar a conocer mejor el entorno. Mirando hacia el sur un gran barranco, que recibe el mismo nombre que el puerto y comunica el collado con el Valle del Guadiana Menor. El barranco se estrecha al final en un pórtico rocoso, que sirvió para que los árabes construyeran el fortín del Castillo de Peña Negra. Una vez expulsados los musulmanes, los nuevos ocupantes levantaron el Santuario de Tíscar sobre las murallas de la fortaleza. Mirando a poniente, al frente se levanta la Peña de las Carboneras, coqueta unidad orográfica del macizo montañoso de la Sierra de Quesada.
Al norte nuestra vista se pierde en el mar de olivos de la campiña jiennense, que como olas en un temporal, se adentra agresivo en las faldas de la sierra de Cazorla, cuya alineación se ve clara a la derecha del olivar. Al mirar hacia oriente, nuestra vista se para, inevitablemente, en el Picón del Rayal (1.834 m de altitud), primera elevación importante de la Sierra de Quesada desde el sur e impresionante mole caliza que presenta un cortado vertical en su cara norte.
El topónimo Rayal era sinónimo de frontera en la Edad Media y el torreón en el que nos hallamos nos recuerda que este espacio fue frontera con el Reino Nazarí de Granada durante casi tres siglos.
• Los Agrios
Así se le conoce al conjunto de cumbres que tiene Quesada como telón de fondo y que es compuesta por el Rayal (1834 m.), Navilla Alta o Guante (1.931 m.) y Villalta o Picón del Loco (1.834 m.). La afilada silueta de sus cumbres es un emblema y con el que se siente identificado todo quesadeño.
Rafael Zabaleta lo dejó más que patente en los innumerables oleos en los que los reflejó e incluso el mismísimo Antonio Machado en una de tantas visitas a nuestra sierra fantaseó al compararla con un águila gigantesca. Hoy día su ascensión se ha convertido en reclamo para los amantes del montañismo.
En la sierra de Quesada
hay un águila gigante,
verdosa, negra y dorada,
siempre las alas abiertas.
Es de piedra y no se cansa.
Pasado Puerto Lorente
entre las nubes galopa
el caballo de los montes.
Nunca se cansa: es de roca.
En el hondón del barranco
se ve al jinete caído,
que alza los brazos al cielo.
Los brazos son de granito.
Y allí donde nadie sube
hay una virgen risueña
con un río azul en brazos.
Es la Virgen de la Sierra.
• La Bujea, Cerrá Extremera y Béjar
La sierra de Quesada nos ofrece además parajes naturales prácticamente desconocidos y de una gran riqueza biológica: La Bujea, al pie de la loma del Rayal, donde predomina el boj (Buxus sempervirens) junto a las tres variedades de pino existentes en el parque. Desde este lugar tendremos una panorámica excelente del extenso olivar quesadeño.
La Cerrada de Extremera también nos sobrecogerá con sus impresionantes paredes donde el río que lleva su nombre ha excavado la roca para formar bellas cascadas y cuevas. Bordeando la parte baja de la Bujea encontramos Béjar y la Cerrá Villena, uno de los rincones naturales más vírgenes de todo el Parque. Se trata de una zona formada por densos bosques de pino carrasco y encina, donde nace el río Béjar y confluye con el río Extremera para dar lugar al río Quesada.
El acceso a estos rincones se ha de hacer caminando, ya que los caminos que se aproximan son principalmente pistas forestales cortadas al tráfico o sendas. Esto ha contribuido a la perfecta conservación del entorno siendo fácil localizar aquí buena muestra de los endemismo botánicos del Parque Natural y permitirnos con facilidad la observación de la fauna que habita estas sierras.
• El Artesón
Característico rincón de la sierra de Quesada de gran encanto, donde pinares y rocas se recogen en las angosturas y estrecheces de pasillos que la acción erosiva del agua ha excavado con el transcurso del tiempo hasta formar lo que hoy día contemplamos, la Cerrá del Artesón. En este mismo lugar y de entre la roca madre emerge las aguas del arroyo que lleva su mismo nombre, caudaloso manantial que más adelante formará el río Majuela.
• Dehesa del Guadiana Menor
La Dehesa del Guadiana Menor es una amplia zona casi desértica, situada al sur del término municipal de Quesada, ocupando la cuarta parte del mismo. La única vegetación existente son pinares, fruto de la repoblación llevada a cabo en la Peña Cambrón (1.991 m) con el fin de frenar la desertización. En esta zona se encuentran las aldeas de Collejares y Cortijuelo, que gracias al desarrollo de los cultivos alternativos han frenado el retroceso que la población venía sufriendo desde la última mitad de siglo.
• Campiña olivarera
La campiña olivarera ocupa la mayor parte del término municipal. Un entorno en el que durante años han residido numerosas familias en cortijos y pequeñas aldeas como Los Rosales y Bruñel. Con la llegada de la mecanización del campo las gentes de estos lugares se vieron obligadas a emigrar tanto a Quesada como a las regiones del norte español. El olivar en Quesada representa la mayor fuente de ingresos económicos para sus gentes. En las últimas décadas la actividad industrial aceitera ha alcanzado altos niveles de producción, cuya comercialización se lleva a cabo a través de la denominación de origen "Sierra de Cazorla", además de otras marcas como "Cabañas".
